Sucedió en una ciudad ficticia, en algún país artificial.
Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.
Esperábamos con ansia, un magnifico fin
de semana, los integrantes del círculo habíamos quedado de acuerdo, en hacer un
viaje sobre ruedas hasta las costas del golfo triste, las expectativas entre
los amigos y amigas del círculo, eran muy grandes, y gratas. Todos estábamos
ansiosos por tomar nuestros cascos, unas
pocas mudas de ropa, trajes de baño, chaquetas, pantalones y botas protectoras
para montar nuestros caballos de hierro rodantes. Recorrer el camino sin ninguna
clase de apuro y conducir hasta donde la ruta nos lo permitiera. Siempre
disfrutábamos de estas reuniones, de nuestras motocicletas y de nuestra
libertad… Teníamos tiempo sin hacerlo y de verdad, nos hacía falta…
***
Llego el día
esperado y el ronquido de los motores, así lo demostraba…
Cinco de la
mañana, acostado en la cama y entre las sábanas blancas de algodón, John se
estrujaba los ojos, tratando de incorporarse. Observó al techo de la habitación
y por unos instantes se perdió entre sus pensamientos, se sentía emocionado por
el misterio de la aventura que le aguardaba. Posó un brazo por encima de la
almohada, rodeando a Ana –su novia- que
permanecía dormida. Con el otro brazo, pasándolo por debajo de las sabanas le dedicó una tierna caricia, con la parte
externa de sus dedos, primero la espalda desnuda, luego el costado, la parte
posterior y delantera del brazo, hasta llegar a rozar la parte baja del seno,
para volver nueva y lentamente a la espalda. La
reacción de Ana, se notó en su piel erizada instintivamente, despertó y con
un tierno movimiento estiró sus piernas y brazos, volteándose para hacer frente
al hombre que le propinaba tan tierna caricia. Lo miró a los ojos y lo besó en
los labios, susurrándole gracias, por la manera tan tierna de despertarla.
_Mmmmm, buenos
días mi amor… ¿Cómo dormiste?
_Mmm, bien mi
amor, descansé espléndidamente. ¿Y tú?
_No dormí muy bien,
creo que la ansiedad por el viaje, no me
permitía conciliar el sueño. Imaginar
esa gran aventura que nos espera, fue difícil. Taly y los demás, me han hablado y contado
tantas cosas de los viajes que han hecho y lo
emocionante que es viajar en motocicleta, que no deje de pensar en eso, casi toda la
noche. Dijo John -bastante emocionado- a
su bella novia Ana.
_ ¿Pero te
sientes bien? ¿Lograste descansar? Si no te sientes bien, no vamos, sabes bien
que tienes que tener tus cinco sentidos en esto… -decía Ana- y John un poco
frustrado, alzando a penas la voz y alejando la mano del cuerpo de Ana, la interrumpió diciendo.
_ ¡Por supuesto
que no!, claro que vamos, desde que adquirimos la motocicleta y nos unimos a
este círculo solo hemos esperado por este momento, y por algo tu eres mi copiloto, si hace falta que conduzcas, lo harás, para
eso hemos entrenado bastante y ya estamos preparados, además a ti también te tocará conducir un
buen tramo, eso nos dijeron…, que las mujeres también conducen, rodeándola
nuevamente con su brazo…
_Claro, pero si
te sientes cansado es muy peligroso, serán varias horas de carretera.
_No te
preocupes, que todo estará bien. Dijo John con insistencia, y besándola en los
labios la tranquilizó de inmediato.
_Okey, está bien,
ven vamos a bañarnos, lo invitó Ana,
levantándose de la cama...
...Recorrer los caminos, vías, autopistas, carreteras de
esta ciudad ficticia, en este país artificial, es una de las actividades
que más me apasionan y me hace sentir feliz…, los primeros rayos del sol a
bordo de la motocicleta, la brisa fresca y fría, la vibración, el ronroneo del
motor y el sonido del escape, despiertan en mi, emociones inimaginables…
Detenerse, apreciar los hermosos paisajes que esta tierra y este tiempo nos
regala, es por demás un don maravilloso que no tiene parangón... Sumado a la
sensación de peligro, la altísima adrenalina, el compañerismo y la confianza entre
los miembros del equipo, me hace sentir completamente vivo, que puedo volar y
llegar a los lugares donde nadie jamás ha llegado. Para encontrarme únicamente,
solo, en paz, conmigo, y con el universo…
Continuara.
Gracias por
leerme. Dios te bendiga. Cuídate, cuida de tus amig@s y familiares…. Esta
ciudad es ficticia, la tuya es real…
Jooooo! No es justo parar ahora y dejarnos así... espero que siga y pronto
ResponderBorrarJooooo! No es justo parar ahora y dejarnos así... espero que siga y pronto
ResponderBorrarHola Eva Maria, que gusto que estés por aquí... por causas ajenas a mi voluntad tuve que dividir el relato, pero te aseguro que mas pronto de lo que te imaginas va la continuación...
Borrargracias por leerme.
que Dios te Bendiga y que estés bien.
Gracias a ti talyuno!
ResponderBorrarEs un gusto siempre leerle.