Primero el ¡shock! en el que quedas, sin saber si es un absurdo juego o un nada educativo, programa de cámara escondida, de esos que el único fin es hacer reír, a expensa de "bromas" a personas. Seguido por, encontrarte corriendo calle abajo, y en sentido contrario, después de escuchar: "corre o te mato" giras la vista y observas el fruto material de tus esfuerzos ir desapareciendo entre los autos, y las miradas atónitas de personas inertes, sumergidas en sus propios miedos, en sentido contrario, a manos de un "ser humano"
Disminuyes
la marcha y sin aliento, elevas la vista al cielo agradeciendo al creador por
tu buena fortuna…
Para al fin llegar a casa, decepcionado, frustrado,
encolerizado pero por sobre todo con la impotencia al límite, de tanto pensar
en lo que pudiste haber cambiado, si hubieras hecho esto o aquello... besar a
tu esposa que te abre la puerta y conseguir a tu hijo mayor con los mismos
sentimientos y emociones encontradas, pero bien definidas, por haber vivido amén,
gracias el mismo episodio que tú, hace unas horas.....
Situaciones
que hacen pensar en el título de este relato.
Hoy, gracias a
Dios no fui yo, -ni tu- la victima de este relato que
si sucedio me lo conto el
amigo, de un amigo, pero quise compartirlo, para su reflexión y alerta, ya que
la inseguridad en esta ciudad ficticia, de algún país artificial, es un problema diario, muy grave.
Dios te bendiga. Cuídate y cuida a los tuyos que en estas fechas los delincuentes también quieren aguinaldos.
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