Frío, como una roca.




Por: Talyuno  ©

Allí estaban,  solos, juntos, abrazados, en medio de la sala de  ese viejo apartamento en la Ovallera; entre  los montones de cajas listas para la mudanza.

El sol brillaba intensamente, colándose entre los vidrios del pequeño ventanal a sus espaldas,reflejando  hermosos haces de luces que resplandecían en sus rostros.

—“Promete que siempre me amaras”  —dijo ella—. Mientras dos cristalinas lágrimas se confundieron en sus labios,  estremeciendo su voz.

Desde lo lejos, de la casa de algún vecino, la letra de una canción se dejó escuchar:


 —Siempre que oigas esta canción, sabrás que te amo —respondió él, sin dudar...

Los recuerdos de esa tarde y el inigualable aroma  de su perfume  —Lou Lou—, aún rondan en su mente de vez en cuando... Veinticinco años han pasado, desde la última vez que sus ojos se cruzaron…Nunca la olvidó… Y entre el silencio de la oscuridad, los barrotes y paredes frías, de esa horrible celda en donde desperdicia su vida, la sigue amando, más que a su propia vida, más que a su libertad…   
                Por eso, él es así…



Crónicas de una Ciudad Ficticia, 
En algún País Artificial. 
Todos los personajes, hechos y lugares nombrados en este relato, s
on producto de la mera fantasía de una mente perturbada.
 Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.

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