¿En manos de quien pongo mi esperanza?



En manos de quien pongo mi esperanza.
Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia.


¿En manos de quien pongo mi esperanza? 

Es increíble  las colas o filas de personas que veo cada mañana al dirigirme a mi trabajo y eso que todos los días cambio la ruta, para no usar las mismas vías, y no acostumbrar a los amigos de lo ajeno a mi rutina diaria, esto motivado a que me traslado en motocicleta y he sido víctima del hampa dos veces.  -la última hace dos años-  Son colas interminables conformadas en gran parte por mujeres. Primera vez desde que tengo uso de razón, que veo esto en mi país, lo triste no es eso, lo triste es que vienen elecciones. Dos grupos se disputan el poder -a mi manera de ver las cosas- con la simple propuesta que uno es mejor que el otro, están los primeros que dicen que la situación económica actual se debe a una guerra económica,  pero no hacen nada para combatirla, o lo que es peor, lo que hacen solo queda entre ellos mismos y los que llaman enchufados, se les ve entregando vivienda a los necesitados, carros a los taxistas, Tablet a los estudiantes y  haciendo fiestas en el centro de la ciudad, con artistas extranjeros. –Me supongo- Pagados con el dinero de la nación  lo que me hace pensar: ¿Cuánto puede costar  traer un artista extranjero? ¿Qué sentido tiene hacer fiestas cuando sabemos que la situación no es favorable? O en otras palabras ¿Cómo puedo hacer una fiesta en mi casa cuando mi familia no tiene para comer? Acciones que no son “tan malas” desde cierto punto de vista. Una simple estrategia -para mí- para distraer la atención y comprar votos.  Haciendo campaña electoral con la imagen y el nombre de su máximo líder –ahora- difunto hace dos años,  y que en vida  fue un gran líder y estratega –dicho por nosotros mismos y por el otro bando- juegan con la inteligencia de las personas. Y está el otro bando que quiere retomar el poder perdido hace poco más de quince años, con un simple mensaje de cambio, mensaje que también usaron los que están en el poder en su momento. Ahora yo me pregunto ¿Cuál será el cambio? ¿Qué beneficios para el país, traerá este cambio? ¿Qué beneficio, para las personas traerá este cambio? ¿Qué puede traer para mí este cambio? Yo que gracias a dios todo lo que tengo, lo he forjado con mi trabajo, sin ser enchufado y sin recibir nada de ningún gobierno. Cuando veo como descalifican, humillan y ofenden a las personas que siguen el otro bando, no me da más que tristeza, tratar de entender el cambio que quieren. Me hacen  pensar en que ¡solo quieren volver al poder, para pasar factura! Como lo hicieron en una oportunidad en el año 2002. No soy político, politólogo, economista, periodista ni nada de eso, solo soy un ciudadano de este país artificial -porque el país real, es el que enseñan en los canales de televisión del Estado, donde todo está bien y no ocurre nada malo- que alguna vez también creyó en un cambio y en un proyecto, pero hoy solo ve un país desmoronado, sumido en colas de personas para comprar comida, luchando para sobrevivir de la delincuencia y el alto costo de la vida, por culpa de personas que solo piensan en el beneficio propio y familiar, abusando del poder y las personas. Y lo peor es el decidir a quién darle mi voto, una decisión nada sencilla, de verdad mi país artificial necesita alguien que lo ame, que lo sienta, que le duela el país y su gente, que quiera y trabaje por el desarrollo como nación y como potencia. Pensamientos que traen a mi mente y me hacen recordar un documental que vi alguna vez y que está en you tube, se lo recomiendo: Tiempos de Dictadura.

Gracias por leerme, Dios te bendiga. Cuídate y cuida a los tuyos que en esta ciudad ficticia, los delincuentes son reales.

           

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